por Ima Go! 12 agosto 2025
En el Perú, las fronteras casi nunca están en la agenda… hasta que estalla un conflicto o un presidente vecino decide encender la mecha. El resto del tiempo, las tratamos como un borde en el mapa: ahí están, y ahí seguirán.
Ese olvido no es casual. Es casi una política de Estado no escrita: tratar a nuestros compatriotas de las zonas fronterizas como ciudadanos periféricos, en vez de como los guardianes vivos de nuestra soberanía.
El abandono es transversal a todos los gobiernos:
Infraestructura mínima.
Presencia estatal intermitente.
Incentivos nulos para que la población se asiente y prospere.
Ninguna narrativa que los haga sentir orgullo de ser parte del país.
Mientras tanto, nuestros vecinos Colombia y Brasil sí entienden el valor estratégico de sus límites: desarrollan corredores comerciales, integran mercados, y convierten cada paso fronterizo en un punto de influencia política, cultural y económica.
Loreto, Ucayali y Madre de Dios son, en el mapa, gigantes verdes con potencial amazónico único. En la realidad, son territorios semi-aislados, con rutas fluviales que podrían ser autopistas del comercio y el turismo… pero que seguimos tratando como caminos secundarios.
Colombia y Brasil han entendido que el río es más que agua: es geopolítica líquida. Nosotros, todavía lo vemos como paisaje.
Extensión de Loreto: 368,852 km², casi el 29% del territorio nacional.
Triple frontera (Santa Rosa – Leticia – Tabatinga): punto de encuentro entre Perú, Colombia y Brasil.
Accesibilidad: a Santa Rosa solo se llega por vía fluvial (aprox. 10 horas desde Iquitos en lancha rápida) o aérea vía Leticia.
Población estimada en la zona de influencia: 250 mil personas, con alto porcentaje de población indígena ticuna, yagua y ocaina.
Economía local: comercio fluvial, turismo amazónico, pesca y madera; gran parte del intercambio se realiza en pesos colombianos y reales brasileños.
El puesto de control de Santa Rosa es un caserío flotante con infraestructura básica.
Escasa vigilancia fluvial y aérea; patrullajes intermitentes.
Programas de salud y educación dependen de traslados a Iquitos o convenios con Leticia, Colombia (!).
En muchos mercados locales, los productos peruanos son minoría frente a mercancía colombiana y brasileña.
Colombia: ha convertido a Leticia en un polo turístico y logístico con aeropuerto internacional, zonas de comercio libre de impuestos y conexión fluvial permanente.
Brasil: Tabatinga cuenta con fuerte presencia militar, puerto comercial activo y políticas de integración para atraer a comerciantes de toda la región.
Ambos países promueven el turismo trinacional y la circulación de su moneda en toda la frontera.
Cuando no se fomenta la integración, la inversión y el comercio en las fronteras, no se genera estabilidad: se abre un vacío.
Ese vacío lo llena otro, con productos, medios, educación y cultura. Aquí algunos ejemplos concretos:
Perú tiene una diversidad fronteriza única en Sudamérica:
Sin una política real, esas oportunidades seguirán siendo titulares y no resultados.
¿Qué hacer con este punto de nuestro país que hoy copa las noticias y resulta que nos importa tanto como la calle donde vivimos? Presentamos algunas ideas.
Un corredor logístico amazónico: zona franca trinacional para comercio, turismo y exportación de productos amazónicos con valor agregado.
Ruta turística “Tres Naciones”: paquetes integrados Loreto–Leticia–Tabatinga, con sello de origen peruano y conexión directa desde Iquitos.
Programa “Frontera Viva”: presencia permanente de salud, educación y cultura para fortalecer la identidad peruana.
Escuela Fluvial de Comercio y Turismo: capacitación en idiomas, logística y hospitalidad para jóvenes de la zona.
Inversión en infraestructura portuaria y fluvial: mejorar muelles y embarcaciones para conectar Santa Rosa con Iquitos y otras capitales amazónicas.
Este es el primer capítulo de una serie que pondrá bajo la lupa cada una de nuestras fronteras: qué hay, qué falta y cómo transformarlas en activos económicos, culturales y geopolíticos.
Porque mientras discutimos dónde empieza el Perú, otros ya están decidiendo dónde termina nuestra influencia.
En IMA GO! no creemos en mirar el mapa solo cuando hay crisis. Creemos en leerlo, entenderlo y actuar antes de que sea tarde.
Esta serie no es para coleccionar datos: es para abrir conversaciones estratégicas y encender decisiones.
Si tu marca, tu sector o tu región tiene algo que decir (o que defender) en la frontera, este es el momento de ponerlo sobre la mesa.
HABLEMOS SOBRE LAS FRONTERAS Y TU NEGOCIO |